Ramón Oliden se ha ganado el respeto y reconocimiento que le posibilita ser parte de las más importantes citas internacionales de Yachting. Su talento y sabiduría en este deporte, lo han llevado a ser "una fija" como entrenador en los eventos más destacados de este deporte, después de haber dejado de lado por un tiempo su actividad como navegante. No sólo es un referente para quienes están dando sus primeros pasos en el Yachting, sino también se ha ganado los elogios de sus pares en el más alto nivel competitivo. Su periplo por el mundo parece no tener base fija. Estuvo en nuestra ciudad, hace pocos días, después de regresar de Europa, donde entrenó a los argentinos Matías Buhler y Marcos Lamas, quienes finalizaron duodécimos en la clasificación general del Campeonato Europeo de la clase 470 que se realizó en Balaton (Hungría), y que contó con más de 170 embarcaciones en competencia. "Estamos contentos porque los chicos anduvieron realmente bien. Tuvimos que correr cinco regatas por día, algo que no es usual puesto que lo acostumbrado es no más de tres. Igualmente, estamos satisfechos", le dijo Ramón a EL NORTE en una charla telefónica. También fue coach, en este certamen, de la dupla Javier Conte-Juan De la Fuente, quienes finalizaron en el 39º puesto. Cabe destacar que Buhler y Lamas fueron los mejores argentinos del campeonato, tal como ocurriera en los recientes Juegos Mundiales que organizó la Internacional Sailing Federation (ISAF) en Austria, donde los argentinos habían terminado octavos merced a una destacada performance. Esta semana Ramón Oliden emprenderá viaje a Londres, para participar como coach de la dupla argentina Sebastián Peri Brusa y Santiago Masseroni, quienes estarán compitiendo del Campeonato Mundial de la Clase 420. Esta pareja es una de las más fuertes de esta parte del mundo, y esto tiene su fundamento en que Peri Brusa y Masseroni fueron subcampeones sudamericanos de la Clase Internacional 420, en la competencia que se desarrolló en Brasil, en abril de este año. El 420 es un barco de muchas prestaciones, y paso obligado de los regatistas que han pasado por el Cadet y el Optimist, y que apuntan al 470. Es un barco de 4,20 m, y se asemeja mucho al 470.Pero el trabajo para el nicoleño no se detiene allí, puesto que Ramón Oliden también estará presente en el Campeonato Mundial Senior de la Clase 420, que tendrá lugar en las paradisíacas Islas Canarias, del 28 de julio al 6 de agosto. Objetivo: BeijingOliden ya tiene todo abrochado para conducir técnicamente a Javier Conte y Juan De la Fuente, en la Clase 470, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. “Ya está todo arreglado con Conte y De la Fuente. Lo que pasa es que aún no se habla del tema porque faltan dos años. Además, no contamos con apoyo de nadie hasta faltando un año para que comiencen los Juegos. Siempre es así. Cuando falta poco empieza a llegar el apoyo, pero antes casi no hay”, le manifestó el nicoleño a EL NORTE.Oliden nació el 28 de julio de 1977. Es el mismo que desde muy pequeño comenzó a descubrir el río Paraná, frente al Club de Regatas de nuestra ciudad. Y al que sus antecedentes familiares lo fueron relacionando al yachting, siendo el Optimist la primera modalidad que comenzó a darle satisfacciones deportivas. Como navegante, Oliden fue en 1991, en Mar del Plata, campeón mundial de Optimist, con un récord del mundo para toda la vela: ganó todas las regatas de ese Mundial. También se consagró campeón mundial individual de la Clase Optimist (hasta 15 años) en aguas del Río de la Plata, en 1992. Como técnico, celebró también en la Optimist, pero en el certamen por equipos, en los mundiales de La Coruña, España (2000), y de Corpus Christie, Estados Unidos (2002).En agosto del 2004, sumó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas, al guiar a Carlos Espínola y Santiago Lange en la Clase Tornado. Ahora se vinculó a Javier Conte y Juan de la Fuente, para tratar de imitar los logros, pero dentro de la Clase 470. Vale destacar, que el 470 es una embarcación de orza, de fácil manejo, que tripulan un patrón y un proel. Mide 4,70 metros de eslora -de ahí su nombre- y pesa 118 kg.Los juegos Olímpicos son el lugar más alto al que un deportista aspira llegar. Para la vela las últimas dos olimpíadas se han convertido en algo más que un éxito deportivo, han sido acompañadas de un pico de difusión mediática que algunas marcas bien supieron aprovechar. Y, la vela olímpica en particular, transmite el aura del fuego sagrado, el deportista como ejemplo de una vida sana y dedicada al deporte.
